Danzas del Perú

1.Danzas de la Sierra

a. Danzas de tijeras

La danza de las tijeras se inscribió en 2010 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Esta danza tradicional es interpretada por los habitantes de los pueblos y comunidades quechuas de la sierra sur andina central de Perú (Huancavelica, Ayacucho y Apurímac) y, desde hace algún tiempo, por poblaciones de zonas urbanas del país.

La danza de las tijeras es una danza ritual en forma de competición que se baila durante la estación seca del año, a menudo coincidiendo con fases importantes del calendario agrícola. Esta danza debe su nombre a las dos hojas de metal pulido, similares a tijeras, que los bailarines empuñan con la mano derecha.

La danza de las tijeras se ejecuta en cuadrillas, cada una de las cuales -formada por un bailarín, un arpista y un violinista- representa a una comunidad o pueblo determinado. Para ejecutar la danza, al menos dos cuadrillas se enfrentan y los bailarines, al ritmo de las melodías interpretadas por los músicos acompañantes, tienen que chocar cuchillas metálicas y entablar un duelo coreográfico de pasos de baile, acrobacias y movimientos cada vez más difíciles.

La danza de las tijeras, llamada atipanakuy en quechua, puede durar hasta diez horas, y los criterios para determinar el ganador son la capacidad física de los intérpretes, la calidad de los instrumentos y la competencia de los músicos que acompañan la danza. Los bailarines, que visten atuendos bordados con franjas doradas, lentejuelas y espejos, tienen prohibida la entrada al recinto de la iglesia con este atuendo porque sus habilidades, según la tradición, son fruto de un pacto con el diablo.

La danza de las tijeras se ha convertido en una parte importante de las festividades católicas. Los conocimientos físicos y espirituales implícitos en la danza se transmiten oralmente de maestros a alumnos, y cada grupo de bailarines y músicos es motivo de orgullo para los pueblos de los que proceden.

b. Diablada Peruana

La diablada peruana es una danza que debe su nombre a la máscara de diablo y al traje que llevan los bailarines. La danza representa el enfrentamiento entre las fuerzas del bien y del mal, reuniendo tantos elementos de la religión católica introducidos durante la presencia hispana como los del ritual tradicional andino. Su origen se remonta a la época colonial, cuando los jesuitas llegaron para evangelizar Sudamérica y realizaron auto sacramentales en la localidad de Juli, en el departamento de Puno. Actualmente, la diablada tiene una presencia notable durante la Festividad en honor a la Santísima Virgen de la Candelaria de Puno, fue declarada por la Unesco como Patrimonio Inmaterial e Intangible de la Humanidad.

c. Morenada peruana

En la época colonial del Virreinato del Perú, ya se tiene registro de la población negra en la sierra de Puno, documentada en 1602 por Ludovico Bertonio, jesuita italiano residente en Juli, Puno. «La población andina llamaba a estos negros Ch’ara o yanaruna.6 Y a la geta pronunciada que tenían, decían: Lakha llint’a». A principios del siglo XVII, según González Holguín y Bertonio, a los africanos se les llamaba indistintamente negros o pardos y se les asociaba con la morena peruana.

d. Huaconada de Mito

La Huaconada de Mito, inscrita en 2010 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, es una danza ritual realizada en el pueblo de Mito, en la provincia de Concepción, región Junín

Los tres primeros días de enero de cada año, grupos de hombres enmascarados, denominados huacones, ejecutan en el centro del pueblo una serie de danzas coreografiadas. Los huacones representan el antiguo consejo de ancianos y se convierten en la máxima autoridad del pueblo mientras dura la huaconada. Ponen de relieve esta función tanto sus látigos, llamados “tronadores”, como sus máscaras de narices prominentes que evocan el pico del cóndor, criatura que representa el espíritu de las montañas sagradas.

En la danza huaconada intervienen dos clases de huacones: los ancianos, vestidos con atuendos tradicionales y portadores de máscaras finamente esculpidas que infunden respeto y miedo; y los más jóvenes, engalanados con indumentarias de colores y portadores de máscaras que expresan terror, tristeza o burla. Durante la huaconada, estos últimos ejecutan una serie de pasos de danza estrictamente limitados en torno a los ancianos que, debido a su edad, gozan de una mayor libertad para improvisar movimientos.

Una orquesta toca diversos ritmos al compás de la “tinya”, un tamboril indígena. La huaconada, que es una síntesis de diversos elementos andinos y españoles, integra también nuevos elementos modernos. Sólo pueden ser huacones los hombres de buena conducta y gran integridad moral. La danza se transmite tradicionalmente de padres a hijos y los vestidos y las máscaras se heredan.

e. Huaylarsh

Se define como danza de comparsa de parejas, cuyo origen tuvo un carácter ritual mítico religioso. Además su evolución se muestra así:

Ritual, mítico-religioso.

Pastoril.

Agrario.

Intermedio o transición.

Mestizo o citadino (moderno).

Esta danza es la más movida y alegre de la Sierra Central el Valle del Mantaro. Tiene movimientos muy vivaces, y mudanzas o zapateo muy peculiar imitando el cortejo del zorzal. Se baila en grupos de parejas que se turnan para ejecutar diversos movimientos y pasos, con dinamismo y picardía. Se relaciona con las cosechas y las tareas agrícolas, con lo que festejan la riqueza agrícola, el rendimiento de las cosechas y la producción de la zona. Es acompañada por instrumentos como el saxofón, violín, clarinete y arpa.

Se trata de un baile popular muy difundido entre las colectividades del Valle del Mantaro; Huayucachi, viques, chupuro, Huancán, chupaca y otros (situados al centro sur y oeste de Huancayo). Son los creadores y los que promovieron su preservación nacional. La agricultura y la ganadería son actividades tradicionales importantes para el hombre andino por constituir uno de los principales medios de vida y desarrollo vigentes hasta la actualidad, difundidos por elencos autóctonos como Alianza Huayucachi, Los carniceros de Viquez, Virgen María de los Ángeles de Chupaca, Los comuneros de Viques y otros.

En la introducción, los bailarines realizan una espera que refleja la preparación para la danza, luego el baile en sí donde se realizan diversos desplazamientos coreográficos, líneas, paralelas, cruces, círculos, etc.

f. Huayno

Este baile de origen incaico es el más difundido y popular en los Andes peruanos, y está presente en toda la realización festiva.

Este baile se ha modificado por influencias posteriores, y varía según la región. Se baila en parejas pero con poco contacto físico. Su acompañamiento musical varía según la región y el estrato socio-cultural.

El huayno está actualmente muy difundido entre los países andinos que formaban parte del Tawantinsuyo, principalmente en el Perú. El huayno adopta diversas modalidades, según las tradiciones locales o regionales; y en cierta forma representa la adhesión popular a la cultura del terruño. Es considerado el baile andino por excelencia.

g. Danza Negritos

Danza popular con diversas variantes regionales que forman parte de un género muy difundido en la región andina, en el que coinciden motivos de fuentes muy diversas y que podría resumirse en dos órdenes.

El primero es la presencia de pobladores de origen africano, que llegaron con la implantación del régimen colonial en calidad de mano de obra esclava. El segundo derivaría de la difusión de danzas españolas en las que se representaba al musulmán de piel oscura, ya sea como infiel enemigo o como converso al cristianismo, caracterizado con trajes lujosos y en ocasiones con máscaras de expresiones feroces, como las danzas de moros y cristianos y las de turcos. En todas estas versiones, estas representaciones están plenamente integradas no solo a la ritualidad cristiana sino a la derivada de la cosmovisión andina.

La presencia de estas expresiones impactó profundamente en la imaginación del poblador andino que, bajo influencia española, representó en múltiples expresiones coreográficas a las poblaciones de origen africano con el nombre de negritos, negrerías o morenos y morenadas.

Aunque la población de origen africano tuvo mayor presencia en la costa, las danzas que representan a este nuevo estrato social y étnico se hicieron muy populares en la región andina, mezclándose con los motivos de las danzas de origen español en las que se representaba al pagano y al converso, de imagen exótica y visualmente barroca, combinando las referencias a la servidumbre y esclavitud con las de lujo y vistosidad del pagano, con el uso de máscaras, trajes muy decorados y una coreografía elegante.

Estas danzas suelen formar parte de festividades del calendario católico como la natividad o en honor a una Virgen, como la Virgen de la Candelaria o la Inmaculada Concepción. En los referentes de estas danzas también está presente una alusión a la misma población nativa, cristianizada y sometida al régimen de servidumbre. Teniendo en cuenta la complejidad de tales referentes, se entiende que este género de danza tenga versiones muy diversas, dependiendo del sentido de la representación, lo cual deriva a su vez de las coordenadas históricas de cada tradición local y regional.

Los Negritos de Huánuco, la Morenada, Negritos de Ingenio, Negrería de Huayllay, Negros de Malvas, Negrillos de Andahuaylas, Negritos de Huayllán y Negritos de Marcas, y Negritos del Suroeste de Huaytará, han sido declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación

h. Wititi del Valle del Colca

Inscrito en 2015 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la danza del wititi del valle del Colca es un baile popular tradicional que guarda relación con el comienzo de la edad adulta. Reviste la forma de un ritual de cortejo amoroso y suelen interpretarla los jóvenes durante las festividades religiosas que se celebran a lo largo de la estación lluviosa.

Las parejas de bailarines y bailarinas se alinean en filas y ejecutan diversos pasos al compás de la música. Las bailarinas llevan trajes finamente bordados con motivos naturales de colorido vistoso y van tocadas con sombreros característicos.

Por su parte, los bailarines llevan dos faldas de mujer superpuestas, una camisa militar, un chal y sombreros con aditamentos. La representación del wititi coincide con el inicio del ciclo de producción agrícola y simboliza el renuevo de la naturaleza y la sociedad.

Esta danza consolida los vínculos sociales y la identidad de los pueblos del valle del Colca, que compiten para presentar los mejores conjuntos de danza, renovándola así continuamente y perpetuando al mismo tiempo su carácter tradicional.

Los niños y los jóvenes aprenden el wititi   mediante la observación directa, tanto en las escuelas como en las fiestas familiares celebradas con motivo de bautismos, cumpleaños y bodas. A escala nacional, hay grupos de bailes folclóricos que también interpretan esta danza por haberla integrado en sus repertorios coreográficos.

2. Danzas de la Costa

a. Marinera

Es el baile más emblemático del Perú y su máximo embajador mundial. Esta entrañable expresión cultural, surgida del mestizaje y poseedora de encanto, elegancia, seducción, alegría, vitalidad y energía como sus principales atributos, fue la primera danza en ser declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 1986

La belleza de la marinera cautiva a todos los peruanos y también a extranjeros que alaban su encanto. El prestigio de este baile, que se ejecuta esencialmente en pareja, ha cruzado las fronteras de nuestro país para convertirse en el embajador de las danzas peruanas y participante indispensable de todas las actividades conmemorativas del aniversario patrio en el exterior, ferias turísticas internacionales y festivales donde el Perú es invitado de honor.

El nombre “Marinera” fue acuñado, en marzo de 1879, por el célebre escritor, compositor, periodista y político Abelardo Gamarra, que usaba el seudónimo de “El tunante” en sus artículos periodísticos. De esta manera le otorgó una identificación a esta danza que venía cosechando crecientes elogios y cultores en todo el Perú, más aún en un contexto como la Guerra del Pacífico que motivó un gran sentimiento patriótico y de defensa de las tradiciones y costumbres nacionales.

Existen variantes de la marinera según la región del Perú donde se baile: norteña, que se danza en La Libertad, Lambayeque y Piura; limeña que se danza en la capital del país; puneña, que es propia del departamento altiplánico; arequipeña, y otras que se danzan con particular estilo en Áncash, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, entre otras regiones de la sierra peruana.

En 2012, el Congreso de la República declaró celebrar el Día Nacional de la Marinera cada 7 de octubre, en conmemoración del día de nacimiento de Augusto Áscuez Villanueva (1892-1985), uno de los principales intérpretes de esta danza de bandera.

b. Tondero

Oriunda del pueblo de Morropón, en el departamento de Piura, esta hermosa danza de insinuantes movimientos es muy popular en el norte del Perú. Al igual que la marinera, el tondero representa el cortejo y enamoramiento de una pareja. Los instrumentos que la acompañan son la guitarra y el cajón. A diferencia de los demás géneros criollos con influencia española, el tondero nace del mestizaje entre el campo y la región yunga, y conserva un espíritu más rebelde y bandolero.

El baile sigue algunos parámetros, pero en general es bastante libre. La dama y el varón empiezan mirándose de costado. Luego él se acerca, iniciando el cortejo y ella lo evita con movimientos sutiles. La mujer recoge su falda y la apoya contra la cadera, mientras sostiene un pañuelo con la otra mano. Más adelante, lleva la falda hacia atrás y empieza a zapatear, un movimiento que se conoce como ‘fuga’ o ‘embiste’. Cada zapateo se remata con una vuelta rápida.

c. Festejo

Danza alegre y rítmica del folclor afroperuano, creada por habitantes africanos traídos al Perú (Congo, Angola y Mozambique) durante el siglo XVII por los conquistadores españoles para realizar trabajos agrícolas, mineros y domésticos.

Esta danza se baila durante fiestas populares y en reuniones sociales, ejecutada por parejas generalmente de jóvenes con un ritmo lleno de virilidad, juventud y vigor. La letra suele ser de asunto festivo. La base del Festejo es el ritmo, que se logra mediante golpes de cajón y la quijada de burro, más cajita, congas y bongó. Es característico las repetidas pasadas tras periodos de cuatro u ocho compases y al estribillo coral de la fuga.

El Festejo se aprecia en su forma más tradicional en los pueblos de San Luis de Cañete, en la provincia de Cañete del departamento de Lima, y El Carmen, en la provincia de Chincha, en el departamento de Ica.

d. Hatajo de Negritos y Pallitas

Son dos expresiones musicales y dancísticas de la costa centro-sur del Perú que consisten en la ejecución de diversas danzas en base a zapateo, canto y ejecución de instrumentos de cuerda, violín y guitarra respectivamente. El 12 de diciembre de 2019, ambas danzas fueron inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.

El Hatajo de Negritos ­compuesto tradicionalmente por varones, y últimamente también por mujeres­, y las Pallitas­ compuestas exclusivamente por mujeres­ se bailan juntos como parte de las celebraciones de Navidad. Ambas expresiones están particularmente asociadas a la identidad de las poblaciones rurales afroperuanas y mestizas de la costa central sur del Perú.

En la actualidad, el Hatajo de Negritos y las Pallitas, involucran canto, música y danza y que son protagonizadas principalmente por niños, tienen como zona de influencia la costa sur central del Perú, con especial incidencia en la provincia de Chincha, departamento de Ica.

3. Danzas de la Selva

Los pueblos amazónicos tienen diversas expresiones artísticas entre las que destacan las danzas. Entre las muchas que existen y se practican figura la danza Ani Sheati, un baile que constituye una forma excepcional para conocer toda la belleza del mundo mágico y real de las comunidades shipibo-conibo, ubicadas en la selva central peruana, particularmente en el departamento de Ucayali.

En esta danza se representan por medio de rituales las costumbres y tradiciones más importantes de la vida social y también espiritual de esta cultura ancestral

Otras danzas amazónicas peruanas emblemáticas son la Danza de la Boa y la Danza Buri Buriti (Ucayali), Danza de la Anaconda (Loreto), Danza Huambisa (Amazonas), entre otras.

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